5 áreas de tu vida en las que el Mindfulness te puede ayudar

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¿Qué es el Mindfulness?

El mindfulness es una técnica basada en la concentración de la atención y la conciencia que busca centrarse en el momento presente, entendiendo ésto como aceptar todo aquello que ya estamos pensando o sintiendo sin enjuiciarlo como algo “bueno” o “malo”, desvinculando así de las consecuencias positivas o negativas que esos significados puedan traer.

También llamado “conciencia plena”, el mindfulness es una técnica que proviene de la meditación budista (Concretamente de la Vipassana) que fue traída a Occidente en los años setenta por Jon Kabat Zinn, un médico que quiso implementar la meditación como medida de reducción del estrés.

A lo largo de los años, hemos podido observar que, al irse introduciendo progresivamente la práctica del mindfulness, los beneficios de su práctica diaria se han hecho evidentes y se han generalizado a otros ámbitos de la vida, más allá de la reducción del estrés. En éste artículo voy a presentar las cinco áreas de la vida diaria  en las que más se puede notar la práctica continuada del mindfulness:

1 | Gestionar pensamientos y emociones

El mindfulness nos ayuda a que las emociones no tomen las riendas de nuestras vidas.

El mindfulness nos ayuda, no a eliminar el pensamiento o sentimiento, si no a identificar lo que estamos pensando o sintiendo en el momento preciso en el que lo pensamos o lo sentimos.

Trabajar con nuestras emociones durante las sesiones de meditación mejora nuestra capacidad de reconocer un sentimiento justo en el momento en el que empieza, para entonces pasar a desarrollar una relación más equilibrada con ese sentimiento: no dejar que nos supere hasta el punto de hacernos atacar de manera precipitada ni ignorarlo porque nos dé miedo o nos avergüence.

Para enfrentarnos a las emociones de forma consciente hemos de dar cuatro pasos:

  1. Reconocer lo que estamos sintiendo.
  2. Aceptar lo que sentimos sin interpretarlo como bueno o malo.
  3. Investigar con curiosidad la emoción.
  4. No identificarnos con la emoción porque siempre es pasajera.

2 | El mindfulness en el área laboral

El trabajo es un área muy grande que abarca muchos aspectos en los que el mindfulness tiene efectos positivos. El estar presente y el ser consciente de las tareas, las conversaciones y las interacciones nos ayuda a mejorar nuestras actuaciones y a minimizar nuestras distracciones.

El mindfulness también nos aporta el tiempo y el espacio mental que necesitamos para tomar decisiones efectivas, especialmente en situaciones de alto nivel de estrés. Por otra parte, se ha demostrado también que la práctica regular de mindfulness potencia nuestra creatividad y facilita que seamos conscientes de aquellas cosas sobre las que nos es más fácil actuar de manera creativa y, por lo tanto, ser también más conscientes de cuando nos encontramos con una actitud que favorece más la creatividad.

3 | Con respecto a la comida

La meditación nos vuelve más sensibles hacia el mundo y hacia nosotros mismos. Entre esas cosas a las que nos volvemos más sensibles están aquellas que comemos y cómo nos sienta en nuestro cuerpo.

Podemos preguntarnos cosas cómo “¿Me ha sentado bien ésto?” “¿Me siento bien y lleno de energía?” “¿Me siento cansado acaso?” y reaccionar en consecuencia, desarrollando una inclinación a pensar que “si ésto me ha sentado bien, tal vez vuelva a comer más de ello otra vez ésta semana o la que viene”.

En resumidas cuentas, el mindfulness ayuda a ser más consciente sobre aquellas comidas que hacen que nos sintamos mejor, y nos ayuda a saborear y a disfrutar mucho más la comida que elegimos y por lo tanto nos volvemos más capaces de elegir aquellas comidas que “nos sienten bien”.

4 | Ejercicio Físico

El ejercicio es, ya de por sí un hábito de vida sano, pero si además lo asociamos a los efectos de la práctica del mindfulness conseguimos que se combinen de manera óptima las condiciones físicas, psicológicas y afectivas que permiten un rendimiento más efectivo en el deporte. Muchas variables emocionales se asocian a la práctica del deporte (motivación, estrés, autoestima…).

El Mindfulness, de manera directa o indirecta, influye de manera positiva en la autoestima y en la autoconfianza de la persona que realiza el deporte, ya que cambia nuestra manera de percibir la no consecución de los objetivos: No los interpreta como “fracasos”, con la consecuencia emocional negativa que ello contiene, si no que se desvincula del juicio de valor como algo “bueno” o “malo” que suele ir vinculado en estos casos, con lo cual tenemos que se reduce la desmotivación provocada por la no consecución de un objetivo.

5 | Relaciones personales

El mindfulness es una herramienta que nos ayuda a construir relaciones más sanas con familiares, amistades, compañeros y compañeras de trabajo.

La mayoría de los desacuerdos entre personas vienen dados por la falta de capacidad para comprender lo que nos dice la otra persona o por nuestra testarudez en mantenernos en un punto de vista concreto. El ser más conscientes de nuestro propio cuerpo y de nuestra manera de pensar hace que nos comuniquemos de una manera más efectiva con los demás, consideraremos otras opciones y abriremos nuestra personalidad a otros puntos de vista lo cual resulta ser una pieza clave a la hora de construir nuestras relaciones sociales y familiares.

Conclusiones sobre el uso del Mindfulness

Como conclusión siempre me gusta aclarar que el mindfulness siempre va a ser más efectivo, con unas consecuencias más potentes y a un plazo más largo si aceptamos el mindfulness como un “modo de vida”, no debemos olvidar que cada persona es su propio mundo y que el mindfulness es una herramienta, con lo que cada uno ha de adaptar ésta práctica a su propio ritmo y estilo personal.

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